| Los minutos pasan y cuando quiero acordar ya estoy sentada en el COT que me trasladará hacia el este, leyendo "Inferno" de Dan Brown. La idea es leer algo liviano que me entretenga, y supongo que esta novela debe tener todos los ingredientes de un Best-Seller para cumplir con el objetivo. Así que acompañada de Robert Langdon voy dejando a Montevideo detrás. |
Cierro los ojos y dejo que Katy Perry me cuente historias... "Hot N Cold", "The one that got away", "Self Inflicted" y tantas otras.
Ya es de noche y no logro ver nada hacia afuera: las ventanas están todas empañadas. No quiero pasarme así que ni bien reconozco algo me acerco a los primeros asientos y le aviso al guarda que bajo en "los macaquitos".
Desciendo con otras dos personas que rápidamente desaparecen en dirección opuesta a la mía.
Hace frío, llovizna finito, está oscuro y no hay un alma: realmente me hubiera gustado arribar de día. Recorro un par de cuadras desiertas hasta que llego.
Dejo el bolso en el piso y me encomiendo a cualquier santo que me haga abrir todos los postigos y puertas sin que nada se tranque. Parece una operación sencilla pero tengo miedo de no poder abrir la casa.
El manojo de llaves no ayuda demasiado y fallo consecutivamente durante unos minutos. Pasa un hombre por la calle y trato de aparentar que está todo bajo control... aunque no hay que ser muy inteligente para ver que no es así.
Cuando estoy por llamar a Papi para que me guíe, las cerraduras empiezan a cooperar. ¡Estoy adentro!
Levanto la general, abro el pase del agua y me encierro. Es muy raro estar aquí sola, así que prendo todas las luces para no tener miedo y de a poco me voy acomodando.
Pero así como llego tengo que salir a procurar alimento. Me abrigo y voy hasta el almacén. Compro lo mínimo indispensable para sobrevivir... yoghurt, cereales, agua, unas galletitas Toddy (esto claramente es un gusto) y una porción de mozzarella con aceitunas para la cena.
Con la panza llena me meto en la cama y me pongo a mirar tele.
Voy mechando a Defensor con Discovery. Me alegro con la victoria en el Centenario y también con el hecho de que dos personajes hayan sobrevivido 21 días en el Amazonas desnudos y con un machete. No estoy en condiciones de juzgar a nadie, por eso pienso que estas personas deben tener una razón válida para ir voluntariamente, como Dios los trajo al mundo, a ser masacrados por mosquitos. |
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